martes, 28 de julio de 2015

¿Qué tan bueno es idealizar a una persona?


Durante mucho tiempo, los seres humanos han gastado su existencia en la búsqueda de la persona perfecta, y esta no distingue géneros ni preferencias, hombres y mujeres gastan su tiempo en esta odisea, pero, ¿Qué tan factible es crear al "Niñ@ de tus sueños"?

Cuando se crea a una persona en la mente, a esta se le colocan adjetivos, hasta se le llega a formar una personalidad, resulta erróneo actuar así, puesto que al hacerlo, lo dice la escritora Sol Gordon en su libro Otra oportunidad para el amor, "Usted está creando barreras en su camino hacia el encuentro de un nuevo amigo, compañero o amante especial"

En ocasiones las personas se frustran por no encontrar a la persona indicada y comienzan a verla en sus sueños, algunos llegan incluso, a formarle un rostro, y en la realidad, conocen personas con las que se dan la oportunidad de salir por que creen que con él o ella pueden funcionar, ¿Qué es lo que pasa cuando una persona en busca de "La /El niña/o de sus sueños" comienza a salir con alguien?, la respuesta, se desespera fácilmente y sus relaciones no funcionan, quizá con el ser que empezó a salir se siente cómodo y decide intentarlo, sin tomar en cuenta que él o ella es como es, tiene su manera de vivir, de pensar, de creer, de actuar, tiene una personalidad, y como consecuencia, se lleva una desilusión al darse cuenta que su prospecto no es lo que busca, porque no actúa conforme a lo que ha creado.

El problema viene cuando se aferran a su creación y no le dan oportunidad a su pareja de ser como son, no se integran a sus actividades y sólo se enojan y tiene problemas por esa causa.
Esto no significa que no se debe tener en mente una serie de características que quisiéramos tuviera nuestra pareja, es bueno saber qué es lo que buscamos en alguien más, lo que no es bueno es aferrarse y no darles la oportunidad de ser y desenvolverse.

En conclusión puedo decir, que idealizar de tal forma a alguien es malo, puesto que será una persona ficticia, a quien no vamos a encontrar jamás, pues sólo eso será, "La niña o el niño de nuestros sueños".